¿Quieres saber cómo influye la ansiedad en nuestras vidas? La ansiedad y el estrés están presentes en la mayor parte de los problemas psicológicos que sufrimos durante el desarrollo de nuestra vida.
Es importante conocer la naturaleza de estos problemas para gestionar de la mejor manera posible esta forma de malestar que se produce cuando acumulas demasiado estrés y termina afectando al desarrollo normal de tu rutina.
Si nos planteamos qué sentimos a diario, observamos que estamos sujetos a las prisas, la impaciencia, el estrés… es indiscutible que vivimos en una sociedad estresada y abducida por los agobios. El trastorno de ansiedad se da con frecuencia en la población general, la angustia y el estrés, están presentes en diferentes ámbitos como pueden ser el laboral, el educativo, el familiar y el social.
La mayoría de las ocasiones, la palabra ansiedad connota un matiz peyorativo, pero estamos equivocados ya que este concepto puede ser incluso adaptativo. Sentirse nervioso o inquieto en determinadas ocasiones, no es perjudicial sino que es humano. Nos ayuda a enfrentarnos a determinadas circunstancias y exigencias concretas de la vida y nos sirve para perfeccionar nuestros recursos.
Pero es cierto que la ansiedad puede dejar de ser adaptativa y convertirse en patológica. Y el problema aparece en su gestión y en cómo entenderla, cuando la sufrimos y con los síntomas que sentimos. Cuando la respuesta de ansiedad es desproporcional en intensidad y duración, hay falta de control, un sentimiento de incapacidad y el estado de ánimo se ve alterado.
Tenemos la cultura del esfuerzo impregnada en la sociedad, ¿se ha normalizado está ansiedad patológica?
Ciertamente la sociedad ha normalizado el concepto de “ansiedad” como si todo el mundo la padeciera o como si fuese normal padecerla. Cualquier malestar que la persona puede padecer, pasa por diagnósticos de ansiedad y una sobremedicación, considerando los ansiolíticos como la mejor solución.
¿Cuáles son las quejas más frecuentes relativas a la ansiedad?
Suelen ser quejas de índole física, como el malestar general, opresión en el pecho, taquicardias, sensación de mareo, dolor de cabeza, sudoración, pérdida o disminución del apetito, y un largo etc. Es importante que todo especialista a la hora de tratar con pacientes indague sobre cómo se siente emocionalmente y cómo les afecta en los diferentes ámbitos, desesperanza, desmotivación, angustia o problemas de sueño y alimentación.
¿Existe alguna forma de controlarla?
Trabajar las técnicas de relajación y respiración es en muchos caso la primera fase, focalizando en la respiración diafragmática, esta técnica en la práctica requiere concentración ya que una mala ejecución de esta puede desencadenar síntomas de hiperventilación.
Además, es necesario incluir un trabajo entorno a la autoestima, generalmente afectada por las sensaciones de falta de control y frustración derivada de todos los síntomas mencionados anteriormente.
El tratamiento puede depender de muchos factores, entre los que se encuentran las características personales de cada paciente, el tipo concreto de trastorno, el tiempo que lleva sufriéndolo, etc.
La ansiedad en nuestras vidas es más común de lo que pensamos, por eso si tienes dudas sobre las sensaciones o síntomas que tienes y crees que pueden estar relacionados con un trastorno es recomendable acudir a un especialista que analice los síntomas y recomiende una terapia. ¿Quieres que te ayudemos personalmente?
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