El ser humano es una máquina de solucionar problemas. Nuestro cerebro está totalmente preparado para esta tarea y somos capaces de realizar acciones asombrosas, de ser creativos, hemos pasado de ser mamíferos superiores que iban por la selva con una cachiporra a llevar pantalones, madrugar y tomar café de máquina. El problema es que este mundo nos adormece la creatividad y nos programa poco a poco para no salirnos de la maceta.
Contenido
Factores que limitan la creatividad 1: El condicionamiento clásico
El máximo exponente de este paradigma fue Pavlov y su perro (que en realidad eran varios). El fisiólogo diseñó un experimento en el que cada vez que se presentaba comida al animal esta se acompañaba del sonido de una campana, tras varios ensayos el perro llegaba a salivar solamente con el estímulo auditivo, y de comida nanai.
Nuestra mente se dedica continuamente a asociar estímulos y respuestas. Da igual si la respuesta que estamos dando dejó de ser útil hace años, nuestro cerebro seguirá reaccionando de forma poco adaptativa sin que nos enteremos.
La respuesta condicionada (Salivar en presencia de la campana pero sin comida) dejaba de ser emitida tras varios ensayos en los que no se presentaba comida. Es decir, el perro volvía a aprender que una campana no quita el hambre. No obstante si el estímulo incondicionado (Comida) aparecía a veces, la asociación se hacía más fuerte.
Tenemos un día a día lleno de asociaciones fuertes que nos impiden tener un pensamiento divergente que fomente la creatividad.
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Factores que limitan la creatividad 2: El condicionamiento operante
Siguiendo la tradición de experimentar con animales, nuestro querido amigo Skinner eligió una paloma para demostrar sus teorías. En este caso demostró que si aparece un refuerzo tras la emisión de una conducta el sujeto experimental tenderá a repetir dicha conducta. Si por el contrario aparece un castigo tras un comportamiento el sujeto tenderá a inhibirse.
En nuestra vida diaria tenemos multitud de eventos que funcionan como premio y como castigo. Y sin darnos cuenta, dichos eventos modifican nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta. Un ejemplo, el sueldo a final de mes. ¿Quién en su sano juicio querría madrugar un lunes por la mañana? Pues nadie, pero somos como palomas picoteando interruptores para que nos caiga la comida.
¡¡Salgamos de la jaula!!
Aprendizaje vicario
Nuestro amigo Bandura desarrolló este modelo de aprendizaje y lo que dice básicamente es que los seres humanos también aprendemos por observación. Modificamos nuestras maneras de actuar en función de lo que vemos en los demás.
Si nuestro amigo del alma ha montado un negocio en internet y le va de maravilla, es probable que nuestra percepción sobre el emprendimiento online cambie. También es probable que si vemos que esta actividad le reporta grandes beneficios (Un premio como un castillo) nosotros nos lancemos a la aventura también. Si por el contrario se arruina y pierde su casa, podremos desarrollar miedo a emprender online sin haber experimentado la situación
Son solamente tres procesos que influyen drásticamente en tu toma de decisiones y en tu capacidad de planificación. Si no los tenemos en cuenta nuestra capacidad para ser creativos se puede ir al traste. En próximos post veremos como reprogramarnos e ir desarrollando toda nuestra potencialidad.
Profuso y profundo contenido.
Haciendo gala de una frase que no es mía, sólo comento que África comienza en los Pirineos .
Es buena la experiencia, que te enseña a no cometer los mismos errores.
Opción inteligente la de aprovechar el ingenio ajeno.