El ejercicio físico es una de las actividades que mayor nivel de bienestar nos proporciona. Si has leído este blog, sabrás que no me canso de recomendarlo una y otra vez.
Está demostrado que ayuda a subir la autoestima, mejora el estado de ánimo, fomenta el afrontamiento de los problemas y ayuda a mejorar los síntomas de ansiedad.
A mi desde siempre me ha encantado el deporte, más practicarlo que verlo, tengo que reconocerlo, y siempre que he tenido tiempo he intentado estar activo.
Como casi todo el mundo, también he estado apuntado al gimnasio, y como casi todos, lo he dejado. Hasta que hace aproximadamente un año descubrí que era posible ejercitarse solamente utilizando el peso del cuerpo. La verdad es que esta nueva forma de hacerlo me ha permitido acoplar el ejercicio físico a mi rutina diaria sin problemas.
Empezé a practicar freeletics hace 3 años.
No seré yo el que te recomiende lo que yo hice, no soy médico ni entrenador personal, simplemente me limitaré a explicarte los cambios que ocurrieron en mi a nivel mental (Psicólogo sí que soy, así que este tanto me lo apunto).
¿Quieres que te ayudemos personalmente?
Y ojo… Ni son mis primos, ni me han pagado ni saco nada con contarte esta historia. Lo hago porque así lo siento.
Es una modalidad de entrenamiento de alta intensidad usando el propio peso corporal. Está pensado para que pueda ser realizado en cualquier parte sin necesidad de tener que acudir a un gimnasio.
Las rutinas deportivas tienen nombres de dioses griegos y hacen que te sientas como un verdadero espartano.
La aplicación te permite crear un perfil y competir contra otros usuarios, pero sobre todo contra ti mismo.
Yo he contratado la versión de pago, en la cual, según tu altura, tu edad tu peso, la cantidad de sentadillas que puedas hacer en 3 minutos y la cantidad de flexiones que puedas hacer en un minuto, te planifica rutinas de entrenamiento semanales en función de tus objetivos.
Freeletics te premia con una puntuación en función del esfuerzo que realices.
Cada ejercicio tiene tres modalidades, una más fácil, una estándar y otra para los avanzados. Si consigues completar la rutina haciendo todos los ejercicios que te piden, consigues una estrella, que se asocia con más puntos. Si, además, consigues mejorar tu tiempo obtienes un PB (Personal Best) que también conlleva una puntuación más alta.
El sistema es tremendamente motivador, ya que es fácil picarte contigo mismo y con tus amigos para ver qué nivel vas alcanzando.
Al principio, el nivel ya es exigente, pero cada semana se va poniendo cada vez más difícil. Las primeras son las más difíciles, al mes de entrenamiento ya estás enganchado.
Contenido
La semana del infierno
Cuál fue mi sorpresa al empezar la semana 15 de entrenamiento cuando descubrí que todos los días tenía programados varias rutinas. Solamente la imagen que aparecía en mi pantalla me daba miedo.
Por ejemplo, para que te hagas una idea de lo que me pedía, el primer día de la semana del infierno tenía que hacer:
300 Burpees
75 dominadas
45 fondos
300 abdominales
450 saltos
6 sprint de 40 metros
En tiempo supuso más o menos hora y media de entrenamiento intensísimo. Fue acabar, ducharme y meterme en la cama. Lo peor es que durante los siguientes 6 días tenía que hacer esfuerzos similares.
Esto es lo que aprendí en la “Hell´s week”
Lucha contra tus pensamientos
Desde el primer momento que empecé con la semana del infierno, mis pensamientos negativos asaltaban mi cabeza.
“Es una burrada, no vas a poder”
“Es imposible de hacer”
“Solamente llevas 1 burpee, te quedan 299”
“Llevo 10 minutos y estoy muerto, no voy a aguantar”
Sabía que mi mente intentaría pararme y que tendría que luchar contra ella. Pero en vez de luchar, lo que hice fue no hacer ni puñetero caso a mis pensamientos.
Los tomaba como algo natural que aparecía en mi consciencia. Ni siquiera me paraba a ver que me decían, era como oír la radio. Yo seguía a lo mío. Me centraba en hacer las repeticiones con la técnica correcta para no sufrir lesiones e intentar recuperar el aliento.
Más o menos a la mitad de semana el flujo de pensamientos había dejado de estar teñido de negatividad para dar paso a contenidos mucho más positivos.
“Pues al fina si que estas pudiendo con ello”
“Me estoy esforzando, estoy mejorando mi salud y además viendo el mar, qué más puedo pedir”
“Cada vez me cuesta menos hacer los ejercicios”
“Llevo 5 días y ni siquiera estoy cansado.”
Lo mejor es que el efecto todavía perdura. Cada vez que mi mente me asalta con un pensamiento negativo, enseguida recuerdo cuando pasaba lo mismo durante el ejercicio y al momento se disuelve la inseguridad.
Mejoría de la autoestima
El cambio de forma de pensar lleva irremediablemente a que mi forma de autopercibirme sea distinta. No es que tuviese una autoestima baja, pero es verdad que en estos momentos me siento capaz de todo.
Después de pasar por esta experiencia tan extrema relativizo con mucha más facilidad los problemas cotidianos.
Se ha acabado eso de pensar “no sé si seré capaz”, ahora simplemente lo intento. No me dejo llevar por el pensamiento.
Reconozco que el fracaso existe y lo acepto, pero no me rindo. Y si no tiras la toalla es imposible que nada vaya mal. Como ya he dicho en otros sitios, el sufrimiento es temporal, la dignidad eterna.
Además, para qué negarlo, me encuentro mucho mejor físicamente. Tanto a nivel de salud como a nivel estético. Y eso se nota en la autoestima.
Fomentar el esfuerzo
Siempre he sido de los que no se rinden y de los que creen en el esfuerzo. Creo que, si insistes lo suficiente y peleas por tus metas, al final, las alcanzas. (Lo que hay que ser es flexible con las metas, no obsesionarnos con imposibles).
Haber sido capaz de acabar la semana del infierno me ha inyectado un chute de confianza y me ha reafirmado en mi creencia de que sin esfuerzo no hay gloria.
Ser capaz de dar un pasito cada día hace que en un año hayas dado 365 pasos. Eso es una barbaridad. Tendemos a subestimar nuestras capacidades a largo plazo.
Si antes de empezar a hacer este tipo de ejercicio me dicen que iba a ser capaz de hacer 300 burpees, no me lo creo. El primer día solamente hice 50 y acabé muerto en el suelo. Ahora soy capaz de hacer 150 burpees, 150 abdominales y 150 sentadillas e irme después a cenar con mis amigos.
Además, el ser capaz de sacrificarme con el deporte, ha hecho que haya mejorado otros hábitos como el de la alimentación.
Aprender a ser libre (Del qué dirán)
Cuando empecé a practicar este tipo de deporte me hacía gracia a mi mismo vestido de deportista en el salón de mi casa. La verdad es que, aunque hacía muy buen tiempo me daba vergüenza salir a un parque o a la playa a hacer flexiones.
Era dependiente de lo que los demás pensasen, pero al cabo de unas semanas me atrevía a salir a la calle a practicar freeletics. Al principio me daba un poco de corte, pero a los pocos minutos ya estaba tan pendiente del ejercicio que me daba lo mismo.
Me estaba perdiendo el placer de hacer ejercicio físico mirando al mar solamente porque algún desconocido pudiese pensar algo malo de mi. ¡¡¡A mí que me importa!!!! Es su problema, no el mío. Yo estoy ejercitándome, no hago mal a nadie.
La verdad es que desde hace años soy bastante independiente de la opinión de los demás en la mayoría de ámbitos, pero desde esta experiencia, me da absolutamente igual. Yo voy por la vida intentando ayudar a todo el que se pone por delante e intentando no hacer mal a nadie. A quién no lo guste, que no mire…
Emociones encontradas cada día al utilizar freeletics
Cada mañana es una lucha constante con mi mente. Por un lado sé que cuando acabe de entrenar, me encontraré mucho mejor y encararé el día de otra forma, pero por otra parte la perspectiva de hacer 200 burpees me hace temblar de miedo.
Ganar cada día esa lucha al cerebro me ha hecho mucho más fuerte mentalmente. Tolero la frustración de una manera distinta a cómo lo hacía antes de utilizar freeletics. Ahora simplemente acepto que me toca entrenar. Y después del calentamiento y los primeros ejercicios, ya estoy rindiendo al máximo para conseguir bajar el tiempo de mi último entrenamiento.
Esta perspectiva de autosuperación me ha hecho crecer a todos los niveles. No solamente a nivel físico, sino a nivel social, laboral y emocional.
Resultados después de utilizar freeletics durante 3 años
Hace casi tres años que comencé con esta aplicación de ejercicio y puedo decir sin temor a equivocarme que me ha ayudado en muchas facetas de mi vida.
No solamente a nivel físico, ya que he ganado músculo y he perdido mucho porcentaje de grasa corporal, sino a nivel de salud física y emocional.
Retarme cada día para llevarme al límite me ha hecho romper muchos esquemas que tenía en la cabeza. Hace tiempo que ya no dudo de mi mismo. Sé que si está en mi mano, lo podré lograr. Y pongo todo mi empeño en hacerlo.
En estos tres años, he conseguido salir de un trabajo que odiaba, para así poder montar mi propio gabinete de psicología. He elegido la vida que quiero llevar. He conseguido publicar un libro con la editorial más potente de España. He conseguido salir habitualmente en medios de comunicación como experto en psicología. Puedo decir sin que me tiemble el pulso que tengo la vida que quiero. Y en parte se lo debo a Freeletics.
Esta aplicación me ha hecho romper mis propios esquemas. Descubrir que los límites están mucho más lejos de donde pensaba.
Conclusiones
A parte de fortalecer todos los músculos de mi cuerpo, incorporar esta rutina de ejercicio físico a mi vida me ha ayudado a fortalecer mi mente.
Confío mucho más en mí mismo. Si algo no me gusta en mi vida, no me quejo, simplemente lo intento cambiar y si no puedo, pues me centro en las cosas que sí que me gustan
Entrenar 4 días a la semana me ayuda a gestionar el estrés y hace que tenga hábitos saludables.
No me queda más remedio que recomendar el ejercicio físico frecuente para la mejora del bienestar tanto físico como mental.
No significa que tengas que hacer freeletics, a lo mejor no es para ti, pero busca algo que te motive e incorpóralo a tu vida.
Dicho esto… Me voy a entrenar
Hola Jesús…Hasta he terminado cansado solamente de leerte y de imaginarlo je…
Pues reconozco que debo de empezar a incluir algo de ejercicio físico (que no mental) dentro de mis rutinas, y más cuando la actividad que realizo es a menudo tan estresante y sedentaria.
Buenas metáforas las que has marcado, que tb podrían aplicarse a mi campo, al trading y la inversión en los mercados: igual que hay mucha gente que abandona los gimmasios (por falta de motivación, por no contar con la suficiente motivación, o porque no encuentra una actividad que le guste) igual ocurre a la gente que empieza a operar y que forma parte de ese en teoría tan elevado número de personas que lo dejan: o no saben por qué se acercan al trading, o no aceptan que es muy duro y que no se consigue de un día para otro (es difícil y el camino es largo…pero posible), y que como en el caso del ejercicio y del Freeletics, hay que mentalizarse,focalizarse, esforzarse mucho y no rendirse a las primeras de cambio y luego, en ambos casos, los resultados (económicos o de salud y bienestar) acaban llegando y uno se da cuenta de que el esfuerzo ha merecido la pena…
Intentaré aumentar el tiempo de ejercicio hasta que algún día pueda hacer algo parecido a éso…
Saludos, enhorabuena por tu logro y suerte!
@gonzalogermj
Ponte a hacer ejercicio Gonzalo, que cuando la vela se acerca al stop loose liberamos mucho cortisol, y eso hay que quemarlo!! Jejejeje pues si que es parecido… La verdad.
Hombre!!
Otra cosa que tenemos en común Jesús!!
Me encanta hacer ejercicio y vengo de la bici, desde hace ya bastante tiempo que hago unas 4 sesiones semanales de correr + calistenia (por la Malagueta hasta los aparatos de gimnasia al aire libre antes de llegar a los Baños del Carmen).
Creo que tu experiencia es un fiel reflejo de cómo nos afecta el ejercicio físico a todos los niveles. El tipo de pensamiento que aflora antes, durante y después de someternos a un «estrés controlado», la regulación de los niveles hormonales, nuestra autoestima,… todo.
Me ha gustado mucho este artículo y creo que es importante que tus lectores tomemos consciencia de lo importante que es la práctica frecuente de ejercicio físico.
Un abrazo!!
¡¡Mira que he hecho veces lo mismo que tú!! Con el mismo recorrido. Jejejeje. A mi la verdad es que el ejercicio físico me ayuda un montón.
¡Un abrazo Tocayo!
¡Qué bueno!
Tengo que reconocer que el ejercicio físico nunca ha sido mi top 10 en mi lista de prioridades. He hecho ejercicio de manera natural en mi día a día, pero ahora cada vez estoy más inmersa en el mundo online y, si no hago ejercicio de manera deliberada, me oxidaré.
He empezado mi plan de ejercicio. Tu semana del infierno me abruma, la verdad.
Y lo que más me llama la atención de lo que comentas y con lo que coincido, es que observo mis barreras mentales y disfruto rompiéndolas. Es un entrenamiento genial para utilizarlo en otras áreas.
Abrazos, Jesús.
jejeje, es normal que te abrume… Yo tengo pesadillas con esa semana… jejejeje, pero la verdad es que cuando llega (Cada 15 semanas) salgo de ella echo un toro (Física y mentalmente).
Fuera de la barbaridad que es freeletics, con un plan de ejercicio más moderado se puede hasta llegar a disfrutar del deporte.
Un abrazo Cristina
Buenos días, Jesus
No puedo estar más deacuerdo con tu artículo porque yo entreno Freeletics desde hace 4 años y la verdad es que ya casi planifico mi semana en función de los entrenamientos que me toca realizar. Los cambios mentales y físicos han sido increíbles y como tú comentas es una gozada levantarte pronto, vestirte y salir a la calle motivado a realizar esas rutinas e intervalos que sabes que te van a costar mucho, pero que las vas a conseguir. Hace 3 años era impensable realizar 300 burppes, y mucho menos ser capaz de hacer series de 50 sin «miniparadas» que llamo yo. Así que, a por ello, y nos seguimos viendo en la comunidad Freeletics
Totalmente de acuerdo 🙂
Este año 2019 ha sido un año asqueroso para mi, he pasado por varias cosas que me han desequilibrado emocionalmente y ahora se esta notando fisicamente, y despues de pasar esta racha de bajona, he tenido siempre este gusanillo de la busqueda de hacer deporte y ejercitar mi cuerpo, pero siempre veo que necesitas factores externos, colegas, gym, entrenador.. etc.. vi esta app.. y bueno vi q tenia q pagar. y me dije bahh otra mas… ayer, en esto de la vida, me puse a ver videos, y dije venga.. probemos, pague tres meses y empece una rutina y la verdad me gusto mucho la sesion, y no fue tan pesada, pero lo importante de esto, fue mi estado animico despues, me senti mucho mejor conmigo mismo tanto mental como fisicamente. ahora viene lo duro la disciplina de seguir
A por ello!!! Verás cómo mejoramos 😉