Cada vez tienes menos espacio para ser tu mismo y ejercer tu libertad, tenemos un trabajo en el que una empresa nos impone sus valores, unos medios de comunicación que nos dicen qué es bueno y qué es malo, nos regimos por estereotipos y al final nos convertimos en fotocopias borrosas de lo que se supone que tenemos que ser.
Contenido

Ser fiel a tus principios
El primer paso para ser fiel a tus principios es tener unos. Cómo decía Groucho Marx, estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros. La frase me parece buenísima y desgraciadamente retrata a la mayoría de la sociedad.
No estar alineado con estos valores es una enfermedad crónica y degenerativa que te va comiendo poco a poco.
El ser humano es incoherente por naturaleza. Intentar serlo a todas horas es una fuente de estrés inagotable. Hay que fallarnos a nosotros mismos de vez en cuando y evitar ser rígidos. Pero en las cuestiones importantes, es imprescindible ser fiel a ti mismo.
La tranquilidad y las emociones positivas asociadas a ir con la cabeza bien alta son incomparables a las proporcionadas por el dinero o por el estatus socioeconómico. Como decía el poeta, “Más vale comer poco y cagarlo a gusto”.
Curso gratuito para aprender a gestionar la tristeza
Más de 13000 personas ya se han apuntado
Encontrar tu misión o tu objetivo en la vida es algo tremendamente difícil. Primero has de investigar qué valores te mueven. En esto no te puedo ayudar, lo siento, pero te toca trabajártelo tú solito. Lo único que te puedo contar son mis valores por si te sirven de inspiración (No vale copiarlos ehhh).
-Ayudar a los demás
-Combatir la injusticia
-Fomentar el bienestar de todos los seres de este planeta
-Defender la libertad de pensamiento
-La familia
-Los amigos
Son sólo unos ejemplos, pero es bueno que te hagas tu propia lista.
Diseñar una vida en la que puedas desarrollar tu misión es una tarea que requiere de mucho esfuerzo y mucho conocimiento personal. Pero merece la pena intentarlo.
Por ejemplo, si me ofreciesen un trabajo muy bien remunerado en el que me tocase aumentar la productividad de una empresa a costa del bienestar de sus trabajadores, les diría que son unos sinvergüenzas. (Haciendo amigos…)
Sin embargo, dedicar mi vida a compartir mi conocimiento sobre psicología para que todo el que quiera pueda mejorar su vida es algo que me enriquece y me enorgullece enormemente.
Disonancia cognitiva
La disonancia cognitiva es un fenómeno descrito por Festinger que describe la tensión que aparece en alguien cuando sus creencias entran en conflicto con un pensamiento o un comportamiento propio.
Vamos a poner un par de ejemplos para que lo veamos mejor.
Si yo me considero una persona amable y alguien me dice que soy un desconsiderado, mis creencias sobre mi mismo chocarán de frente con el comentario de la otra persona y me generarán ansiedad o enfado.
O si por ejemplo, me considero competente en mi trabajo y mi jefe me dice que está muy descontento con mi rendimiento de nuevo aparecerá tensión mental.
Cuando se produce este fenómeno solamente hay dos salidas, rechazar o justificar el pensamiento o el comportamiento nuevo o cambiar mis creencias. Como es lógico, lo más habitual es la justificación o el rechazo de lo nuevo, ya que las creencias son mucho más fuertes puesto que llevan más tiempo arraigadas.
Pero hay eventos que tienen la fuerza suficiente para cambiar tu forma de pensar. Los psicólogos los buscamos en todo momento para ayudar a los demás a cambiar sus creencias disfuncionales.
Por ejemplo, cuando alguien tiene una creencia como “Tengo que ser querido y respetado por todos, de lo contrario nunca podré ser feliz” provocar una situación que confronte esa forma de pensar puede ser decisiva.
A mí me pasaba exactamente esto. Una de las experiencias que me ayudó a cambiar esa forma de pensar fue un ejercicio que se inventó para relativizar la importancia de este tipo de creencias.
Me metí en el metro de Madrid y comencé a gritar en voz alta el nombre de las paradas. Yo creía que todo el vagón me iba a mirar, pero sorprendentemente algunos ni reaccionaron. Efectivamente me atrevo a afirmar que más del 90% de las personas que estaban allí pensaron cosas malas sobre mí, pero ¿Sabes qué? El sol siguió saliendo, mis amigos siguieron siendo mis amigos, mis padres me siguieron queriendo y mi vida no se modificó ni un milímetro. Esa experiencia tiró abajo del todo mi creencia (Por favor, no te pongas a gritar las paradas del metro, o si lo haces, no me eches la culpa).
Estar en disonancia con tus valores
¿Te imaginas lo que ocurre si llevas una vida en contra de tus principios? Pues efectivamente que acabas cambiando tu forma de ver la realidad y al final cambias tu forma de comportarte. Al final terminas renunciando a ser quien eres.
Si eres un cabezón como yo, que está en constantemente preocupado por ser fiel a ti mismo, necesitas saber poner límites a los demás para no fallarte.
Yo me he peleado (Dialécticamente ehhh) con jefazos de mi empresa porque para mí lo más importante es el bienestar de las personas y no el dinero. He de reconocer que en ese aspecto creo no haberme decepcionado a mí mismo nunca, por lo menos no lo he hecho queriendo.
Mi vida sería mucho más fácil si cambiase mi forma de pensar y me dedicase a hacer lo que me dicen como un autómata, pero dejaría de ser libre. Dejaría de dormir a pierna suelta cada noche. Eso depende de cada persona, pero para mí, lo más importante es acabar el día sintiéndome orgulloso de mí mismo.
Ser la mejor versión de ti mismo
Coge tus valores por bandera, pero desarróllate. No te estanques, toma decisiones, no renuncies a tu potencial.
No me pongas como excusa para no hacer algo que es bueno para ti el “yo no soy así”. Eso es una excusa como un piano.
Por ejemplo, la mejora versión de ti mismo, tiene que hacer ejercicio físico, es así, no hay excusas, aunque nunca lo hayas hecho, pronto se convertirá en un hábito y será parte de ti.
Sigue tus principios y diseña tu vida acorde con ellos. No caigas en la trampa de dejarte comprar por dinero. A la larga te dará más quebraderos de cabeza que bienestar.
Muy grande Jesús, ¡totalmente de acuerdo! Vivir en contra de nuestros principios es vivir enjaulado, quizá en una jaula de oro porque la sociedad o determinadas empresas nos compensen por ello, pero una jaula a fin de cuentas. ¡Un a brazo!
Lo peor Carlos, que tu lo sabes bien, es que el final de someterse así es terminar quemado con todo.
Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por pasarte por mi blog.
Buen articulo,tenemos que ser como el salmon luchar contra corriente y pelear diariamente,un saludo.
Otro pequeño regalo lleno de sabiduria.
Te viene bien estar cerca del mar. Aclara los pensamientos.
Un abrazo
Jajajajaja, hoy cerca del Guadalquivir… jejejeje
Hola Jesús! Qué buen post y qué importante es para la felicidad y el bienestar emocional ser fiel a los valores propios, pero sobre todo como dices al final siempre tratar de ser la mejor versión de uno mismo, aprender, desarrollarse, abrir la mente y el corazón a nuevas posibilidades enriquecedoras… Es un trabajo constante pero que sin duda merece la pena.
Un abrazo!
¡¡Otro abrazo para ti Cristina!! Me alegro de que te haya gustado
Hola Jesús, gracias por tu ayuda, cada parte de tu clase me gusta mucho y me pone a pensar como estoy actuando y haciendo las cosas, creo que mal. Me gustaría que me guiaras. Gracias
Claro que si Gloria. Ya te he contestado por mail. Un abrazo
Muy bueno el Post! Estoy de acuerdo contigo, lo más importante es llegar a sentirte orgulloso de ser fiel a tus valores, aunque ello implique que muchas veces te quedes solo. Un saludo
Totlamente de acuerdo 🙂