No se si has estado alguna vez en un circo. Si no es así, te recomiendo que no vayas a uno que utilice animales. En general las condiciones en las que están son lamentables. Esta forma de vida afecta tanto a nivel físico cómo a nivel psicológico. Te estarás preguntando que leches hace un psicólogo que se dedica a la gestión emocional hablando de animales de circo y cautividad. En seguida lo vas a entender.
¿ Malestar psicológico?
- ¿Ansiedad? ¿Tristeza? ¿Ira?
- ¿Preocupaciones? ¿Pensamientos negativos?
- ¿Necesitas ayuda para afrontar los problemas del día a día?
- ¿Dificultad para gestionar tus emociones?
- ¿Estado de ánimo bajo? ¿Sientes que no puedes disfrutar de la vida?
- ¿Problemas para dormir? ¿Te cuesta mantener la calma?
- ¿Te autocriticas demasiado?
- ¿Te cuesta conseguir tus objetivos?
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Contenido
La sociedad actual
Al igual que los animales enjaulados, los humanos, nos encontramos en un medio que es muy diferente al que estamos preparados para sobrevivir.
Un día normal de una persona occidental consiste en levantarnos antes de las 7 de la mañana, rompiendo los ciclos naturales del sueño, prepararnos el desayuno, que es alto en azúcares y grasas saturadas, muy sabroso en el paladar, pero fatal para nuestra salud. Meternos en un armatoste de metal que nos transporta junto con otros mil al lugar de trabajo.
Allí pasamos ocho horas (en el mejora de los casos) en frente de un ordenador. Jorobándonos la vista, sin movernos, sin relacionarnos y sin poder salir.
A las 2 de la tarde salimos para comer nuestra ración de azúcar y grasas saturadas correspondientes. Necesitamos gasolina para aguantar lo que nos queda de tarde. Los más intrépidos utilizan ese par de horas para ir a otro mamotreco de cemento a correr en una cinta mecánica (hay que tener un cuerpo diez).
Después nos metemos un buen chute de cafeína con bien de azúcar procesado para contrarrestar los efectos de haber roto los ciclos de sueño. Acto seguido otro par de horas más desgastando nuestra vista y exprimiendo a tope nuestro pensamiento racional.
Por supuesto, limitamos las relaciones sociales, hablar está mal visto porque cuando hablas con otros no produces. Y ni se te ocurra expresar una emoción, que da mala imagen a la empresa. Si acaso algún mensaje a escondidas a escondidas.
Que tendrás que ir vestido como mandan los cánones para eliminar todo rastro de individualidad. Hay que ser serios.
Una vez acabado tu turno de trabajo, te toca otra sesión de transporte público hacinado con otros 500 como tu.
Por fin, en casa, ya eres libre. Son las 20:00 y puedes hacer lo que quieras. Bueno, la verdad es que estás cansado y lo que menos te apetece hacer es pensar, así que optamos por el arresto domiciliario y encendemos la televisión.
Si tienes suerte, habrás ido a la compra en algún momento de tu ajetreada vida y podrás meterte tu buena ración de alimentos procesados. ¡Oye, que yo como verdura! ¡Perdón! De vegetales transgénicos.
Mientras engulles tu ración de alimento insípido, te tragas tu ración de publicidad que te llama mediocre si no hueles a eau de “Poner aquí su ambientador favorito”. Sabes que deberías llamar a tus amigos, el cuerpo te pide relaciones sociales, pero que mejor forma de suplir esta necesidad que con una buena dosis de redes sociales.
A las 11 de la noches decides que ya es hora de irte a la cama, mañana a las 6:30 suena el despertador y esta vez no quieres caer en la trampa de romper los ciclos de sueño.
La realidad es que pese a haber estado todo el día cansado y con ganas de acostarte, tu cuerpo reacciona y se activa.
Notas presión en el pecho, taquicardia, la boca seca, cierras los ojos pero no puedes dormir. ¡Ya esta! ¡Tengo la solución! Me voy a tomar la pastilla que me recetó el médico para el insomnio.
A la media hora duermes como un angelito. Mañana hay que trabajar para poder pagar la casa de 30 m2 que te has comprado.
¿Te suena esta historia?
Desgraciadamente es la rutina habitual de miles de personas. Pero ¿Esto debería ser así?
Para lo que está preparado nuestro cuerpo
Nuestro cuerpo está diseñado para adaptarse a un medio natural que en general resulta tremendamente hostil.
Estamos preparados para dormir cuando tenemos sueño, comer cuando tenemos hambre, socializar cuando tenemos ganas, ir al baño cuando nos lo pide el cuerpo y si sobra energía propagar nuestros genes.
Tenemos un cuerpo diseñado para correr, luchar, saltar, trepar, empujar y cargar . ¿Cuándo es la última vez que utilizaste tu cuerpo para algo de esto?
En el medio en el cual evolucionamos como especie, a penas había acceso a alimentos diferentes a frutas, hortalizas y algún animal distraído. Por eso nos gusta tanto la grasa y el azúcar. Porque suponían un aporte calórico muy alto en un medio en el cual era muy complicado conseguir alimento.
Nuestro cerebro también está diseñado para este ambiente. Estamos preparados para reaccionar con ansiedad cuando aparece un depredador, con tristeza cuando perdemos un ser querido, con ira cuando algo es injusto y con alegría cuando todo va bien.
En la sociedad actual, el sentido de las emociones se diluye, y lejos de ayudarnos a adaptarnos, suponen, muchas veces, una gran carga.
Nuestro pensamiento se desarrolló para solucionar problemas. Ya que contamos con muchas desventajas físicas frente a otras especies que compartían hábitat con nosotros, desarrollamos una manera diferente de adaptarnos. Al igual que el puerco espín desarrolló sus púas, nosotros desarrollamos el intelecto.
En un medio hostil cómo podía ser la sabana africana, los problemas diarios eran muchos, pero de rápida solución.
En el medio actual, los problemas son de menor envergadura habitualmente (no suponen peligro de muerte) pero suelen ser a largo plazo. Nuestro pensamiento se pone en marcha y entra en bucle, precisamente porque no está preparado para la resolución de este tipo de problemas. Nos preocupamos por cosas que no están en nuestra mano.
En el medio en el cual hemos evolucionado, teníamos que tener bajo control tres o cuatro variables. Un lugar para dormir, algo para comer, una tribu con la que charlar y si teníamos suerte una pareja (O varias, dependiendo de la cultura de la tribu).
Actualmente se nos exige que tenemos que tener bajo control mas de cien cosas a la vez (Pagar el alquiler, llamar a tu madre, el informe que dejaste a medias, que tus hijos saquen buenas notas, estar estupend@ para este verano etc.etc.etc.).
Claro, el cuerpo reacciona con estrés. Es decir preparándote físicamente para hacer un esfuerzo para buscar comida o refugio.
Lo que ocurre es que para el informe que tienes que hacer mañana a primera hora, no necesitas tener el corazón bombeando a 130 pulsaciones, ni tensión muscular en el cuello, ni respirar rápido. Al final terminas gastando el doble de energía de la que necesitas que sumado a las pocas horas que duermes te genera un cansancio descomunal.
Además, en este ambiente prehistórico, el cambio suponía muerte, por lo que éramos muy dados a quedarnos quietecitos, no fuese a aparecer un dientes de sable y nos merendase.
Esta tendencia la seguimos llevando en los genes. Más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer.
Al final, la vida era sencilla, nos conformábamos con seguir vivos. Eso nos hacía felices. No necesitábamos ni un coche más grande que el del vecino, ni una oficina con vistas al mar, ni tan siquiera oler bien. Solamente necesitábamos comer, respirar y dormir. Lo demás era secundario.
Los animales de circo saltan por aros de fuego y juegan con pelotas.
La sociedad actual ha traído un montón de ventajas. El desarrollo de la ciencia nos permite vivir hasta los 80 años con una calidad de vida aceptable. Tenemos acceso a alimento a cualquier hora y a penas existen situaciones en las que nos juguemos nuestra vida.
Este nuevo modo de vida tiene muchos pros. Al igual que las pueden tener animales que viven en cautividad en grandes reservas.
Pero el problema es que el estilo de vida frenético que llevamos nos ha llevado a ser esclavos de nosotros mismos.
Los animales del circo son entrenados mediante refuerzo y castigo, para saltar por aros de fuego o hacer malabares con pelotas.
Nosotros estamos entrenados mediante refuerzo y castigo para ir a un trabajo que no te gusta, pasar un tercio de tu vida allí para pagar una casa que todavía es del banco.
A los delfines les premian con pescado fresco, a nosotros con dinero. ¿Irías a trabajar si no cobrases a final de mes?
Si un día a un tigre no le apetece saltar por el aro de fuego, el domador le atiza con el látigo.
A nosotros en cambio, si un día no nos apetece trabajar, nos sancionan de empleo y sueldo o nos echan a la calle.
Por supuesto, tenemos muchas más ventajas que los animales en cautividad, mientras que los hamsters tienen una mugrienta rueda que chirría cada vez que se ponen a caminar, nosotros disponemos de modernas máquinas elípticas, cintas de correr que te dicen las calorías que has perdido y máquinas para tener unas abdominales diez este verano.
Además, sufrimos los mismos males que los animales en cautividad. Estamos todos obesos perdidos, estresados hasta la médula y nos sentimos más solos que la una.
Encima contribuimos a nuestra propia cárcel porque tenemos miedo de cambiar. Seguimos cometiendo los mismos errores un día tras otro hasta que al final, los más afortunados, acabamos en la consulta de un psicólogo.
Vacunarse contra la sociedad enferma: ¿Qué puedo hacer?
No te voy a decir que quemes tu DNI y te vayas a la selva a vivir. No me malinterpretes. Lo anterior pretende ser una exageración para que te des cuenta del estilo de vida tan nocivo para nuestra salud mental que llevamos.
Es fundamental que hagamos ejercicio físico. Ya sea en el gimnasio o al aire libre. Ejercita tu cuerpo, que para eso está.
Fomenta el contacto social todo lo que puedas, al fin y al cabo somos animales sociales. Sin el contacto humano nos deprimimos. Así que no tienes excusa para no quedar con tus amigos este fin de semana.
Aprende a regular tus emociones. Las emociones no son malas, simplemente te dan información sobre lo que está ocurriendo en tu cuerpo. ¡Haz caso!
Tan solo ten en cuenta las necesidades básicas que tienes cómo ser humano y no te ahogues en las necesidades que esta sociedad enferma te crea.
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Ejercccciicioooooooooooooooooo!!! Hay un libro que te recomiendo se llama «The ascent of humanity. Civilitation and the human sense of self» de Charles Eisenstein. Habla precisamente de que la crisis por la que pasa el ser humano se debe en parte a su separación de la naturaleza y su aislamiento social. Está en inglés ;;)) bso
¡Genial María! A ver si me hago con él. ¡Muchas gracias por el aporte!
Buenas Jesus,
Soy Mónica. Me ayudaste mucho en el poco tiempo que me trataste, siempre presente lo de : aunque creas que vas a caerte no te caerás …Practico mucho el tema de la relajación. Un abrazo muy grande
¡Me alegro muchísimo Mónica! La clave es esa, gestionar los pensamientos negativos. Aunque nos de la sensación de que cuando estamos muy nerviosos nos vamos a caer o a desmayar, salvo situaciones muy muy muy muy cncretas, nunca pasa. 🙂
Buenos días Jesús!
Acabo de descubrir tu blog a través de Ángel Alegre de «vivir al máximo», y ha sido un gran descubrimiento, estoy leyendo los artículos, y me siento muy identificado con los temas que tratas, en concreto con este de aquí arriba solo puedo decirte una cosa: «Chapeau!»
Seguimos en contacto, y enhorabuena!
Un Saludo!
ME alegro muchísimo Jaime de que te gusten los artículos. Aquí estoy para lo que quieras.
Un fuerte abrazo
es increíble como en 3 días he descubierto que este mundo me llama y me gusta mas de lo que pensaba, siempre he leído libros de autoayuda, superación personal etc, pero ahora que hay mas gente consciente veo que me engancha cada día mas!! descubrí la web a través de mi terapeuta Lidia Ibáñez de http://www.reinvertarme.com y ahora creo que voy a seguir investigando, gracias por hacernos conscientes de que todo está en nuestro interior.
Un abrazo.
Vanessa
Me alegra mucho de que te guste Vanessa. Por aquí estoy para lo que necesites
Buenas ,acabo de descubrir tu blog y veo que las sesiones empezaron el dia 20, tengo alguna posibilidad de recbirlas?Gracias me iria muy bien…
Si, claro que puedes. Inscríbete y recibir´s las conferencias 🙂
Cuando leo tu artículo me identifico con él y me ayuda a certificar el camino que tome hace unos años: acercarme el máximo posible a mi naturaleza animal compaginandola con la gestión urbana. En ocasiones no resulta fácil, aunque el hecho de cuidar una yegua y una burrita y buscarles la situación mas parecida a sus necesidades animales, me ayuda a llegar a las mías propias.
Felicidades por crear esta pagina y agradecida por ello.
Miriam
Gracias a ti Miriam. Me alegro de que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
Excelente que haya personas que se ocupan de lo verdaderamente esencial de la vida y se dan cuenta de lo que la vida moderna hace con nosotros. Solamente nosotros mismos podemos cambiar esto y es nuestra responsabilidad hacerlo. Es dificil pero es una lucha que hay que perseguir. La unica lucha que tiene sentido. Luchar por nuestrs felicidad. Gracias por ocuparte de difundirlo 🙂
Me alegra Sandra de que te haya gustado. ¡Un fuerte abrazo!
Hola…esta genial tu articulo, es justo lo que estaba buscando..
me sirvio mucho para entender un poco más en internet, te felicito :).
Adios
¡ME alegro muchísimo de que te guste Kristina!
Un fuerte abrazo