Seguro que en algún momento de tu trayectoria laboral has sufrido presión en el trabajo, y en menor o mayor intensidad has pasado por momentos en los que te has sentido presionado y estresado por la carga laboral. En la sociedad actual, el estrés es uno de los peores enemigos de los seres humanos.
Es cierto que, todos en algún momento hemos vivido una situación de estrés y presión laboral, que además puede estar vinculada con factores externos que la alimentan (familia, malos hábitos alimenticios o de sueño, etc). Por lo que es necesario saber afrontar esas situaciones y no perder el control básico, y que la situación se convierta en un problema sin solución.
En el siguiente post te facilitamos unos consejos y herramientas psicológicas que pueden ser útiles para gestionar la presión y el estrés laboral en el futuro.
- PLANIFICACIÓN
A la hora de trabajar es importante crear unos métodos que permitan organizar la carga laboral, es decir planificar nuestros tiempos entre las tareas a ejecutar, permite un trabajo más efectivo y previene de la invasión del estrés por falta de tiempo.
- DELEGAR
Delegar parte de la carga laboral nos permite mantener un cierto control y orden sobre las diferentes actividades. De alguna manera cuando intentamos abarcar más funciones de las que somos capaces es cuando aparece el estrés, que es un reflejo de no ser capaces aunque lo intentemos.
- MOMENTOS DE RESPIRO
Un error muy común en la sociedad actual es infravalorar los tiempos de descanso de los que disponemos. Pero realmente cuando descansamos lo que hacemos es proteger nuestro sistema nervioso del estrés y la excesiva presión en el trabajo. Para que el descanso sea eficaz, tiene que ser mínimo, liberar nuestra mente de pensamientos relacionados con nuestro empleo, aprovechando para disfrutar de otras cosas que nos hacen disfrutar. Suele ser muy productivo el tiempo para tomar un café y pensar en otras cosas no relacionadas con el ámbito laboral.
- HÁBITOS ALIMENTICIOS
Es importante tener una buena alimentación, que combine proteínas, lípidos, glúcidos, vitaminas y minerales, para mantenernos al margen de la presión laboral. Cuando nos alimentamos, adecuamos a nuestro organismo a funcionar mejor, sin malgastar energía.
- RUTINAS DE EJERCICIO
Realizar ejercicio físico aporta cantidad de beneficios a nuestra vida, entre ellas la liberación de neurotrasmisores que nos ayudan a combatir los niveles de presión y angustia en todos los aspectos.
- AUTOESTIMA
Las personas seguras de sí mismas y con confianza en sus capacidades, son más fuertes ante la presión laboral. La autoestima es un factor de protección a circunstancias adversas. Debemos fortalecerla y para ello existen técnicas efectivas, como es el caso de un listado con las virtudes propias, para reconocer cada una y trabajar en ellas.
- FLEXIBILIDAD
Evitar pensar en la presión y el estrés laboral y salir de los métodos convencionales para resolver situaciones complicadas que suceden en el ambiente de trabajo. Evaluar diferentes escenarios a la hora de resolver situaciones para facilitar los resultados.
- TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
Aprender a relajarse de forma correcta evitando así que la presión laboral no nos haga caer en ella. Existen técnicas sencillas de respiración y visualización que pueden ser una forma útil de disminuir los efectos del estrés en el trabajo.
- BUENA COMUNICACIÓN
En la mayoría de las ocasiones el principal factor de la presión en el trabajo es la falta de comunicación hacer un mal uso de estas. Debemos decir todo aquello que nos preocupa o causa malestar, al igual que necesidades e inquietudes. Que a posteriori pueden motivar el malestar, estrés y la presión en el trabajo.
En conclusión, la clave es entender que el estrés no depende de otras personas o cosas que nos suceden, sino de cómo reaccionamos ante estas situaciones. La presión y el estrés laboral dependen de la diferente forma que tiene cada persona de gestionar las diferentes situaciones.
Dependiendo de la persona, sufrir la presión laboral será algo negativo o positivo, dependiendo de cómo lo gestione cada persona. Aprender a gestionar el estrés es una tarea que requiere tiempo y predisposición, ordenar prioridades personales y profesionales, para sentirte satisfecho y feliz en el día a día.