Todos en algún momento de nuestras vidas tenemos circunstancias que nos desbordan a nivel emocional. Pero solamente los valientes se atreven a pedir ayuda psicológica. En la sociedad actual, todavía está mal visto acudir al psicólogo.
Hay muchísimas ideas preconcebidas a cerca de lo que hace un psicólogo y a cerca de lo que en realidad consiste la terapia. No te preocupes que vamos a despejar las dudas y te vamos a dar una visión objetiva de cuándo deberías pedir ayuda psicológica y en qué consiste (o debería consistir) exactamente esa ayuda.
Situaciones en las que conviene pedir ayuda psicológica
La vida es complicada, y lo es para todo, por ello, hay una inmensidad de situaciones posibles en las que es conveniente pedir ayuda. Procedemos a describir las más comunes.
Pero la línea roja para pedir ayuda es cuando notes que tus problemas afectan a algún área de tu vida. Por supuesto, si pides ayuda antes, normalmente el proceso será más rápido y con menos complicaciones.
- Sientes que tus emociones te desbordan
Las emociones, aunque a veces parezca lo contrario, existen para ayudarnos. Son reacciones de nuestro cuerpo para ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades básicas. Cada una de las emociones que existe tiene una función concreta que nos ayuda a tomar decisiones y nos guía en el difícil camino de la vida. El problema surge cuando estas emociones son demasiado intensas, demasiado frecuentes o demasiado duraderas.
Generalmente esto se debe a un fallo en nuestra capacidad para gestionar estos estados emocionales.
En ocasiones, aquello que nos funciona a corto plazo para acallar nuestros sentimientos o nuestras emociones, supone un problema a largo plazo. Por ejemplo, puede que ante situaciones que nos generan ansiedad, como puede ser hablar en público, hayamos adoptado la estrategia de tratar de evitar o escapar de estas situaciones. Esta estrategia funciona a corto plazo, pero si seguimos evitando hablar en público, nunca jamás superaremos el miedo.
Por ello es necesario que pidamos ayuda a un psicólogo que nos enseñe a manejar con eficacia estas emociones.
2. Te encuentras triste desde hace tiempo.
La tristeza es una emoción normal y todos necesitamos sentirla cuando experimentamos una pérdida, pero hay ocasiones en las que la intensidad, la frecuencia o la duración de esta tristeza son tan altas que influyen en algún área de nuestra vida. Sería conveniente pedir ayuda psicológica cuanto antes en esos casos, ya que cuanto antes aprendamos a gestionar la emoción, más rápido saldremos del bucle.
Normalmente cuando llevamos tiempo tristes podemos notar que no tenemos ganas de hacer actividades que antes disfrutábamos. Puede que incluso hayamos dejado de disfrutar. Puede que experimentemos pensamientos negativos a cerca de nuestro entorno, del futuro y de nosotros mismos. En ocasiones puede que notemos que dormimos peor o que dormimos en exceso. Lo mismo ocurre con el apetito, puede que lo perdamos completamente o que comamos más de la cuenta. Igual notas que tu estado de ánimo es bajo en los últimos tiempos. Puede ser que incluso te notes irritable y muy activado.
Se trata de una situación que hemos sentido todos en algún momento en nuestra vida. Pero un profesional de la salud mental puede ayudarte a salir de ella reforzado.
3. Te notas estresado, con ansiedad o miedo
Al igual que la tristeza, el miedo y la ansiedad son emociones que nos pueden ayudar mucho en nuestro día a día. Son las encargadas de ayudarnos a escapar de peligros potenciales. Son algo así como el sistema de alarma del cuerpo.
El problema viene cuando estas emociones se disparan continuamente sin que exista un peligro real. Normalmente cuando ocurre esto, dejamos de realizar actividades relacionadas con algún área de nuestra vida.
El principal problema que tiene la ansiedad y el miedo a una situación o un estímulo determinados, es que no hay remisión espontánea. Lo que quiere decir que sin tratamiento, lo más normal es que vaya a más.
Pero no te preocupes, porque la psicología tiene un nivel de eficacia altísimo en todo lo relacionado con problemas de ansiedad y estrés. Por lo que si te pones en buenas manos, podrás solucionar tu problema en pocas sesiones.
¿Cómo elegir un buen profesional de la psicología?
Es un tema espinoso, ya que en el ámbito de la salud mental hay muchísimo intrusismo. Es decir, profesionales que no tienen la formación requerida para trabajar de manera correcta con personas con problemas emocionales, pero que aún así ofrecen sus servicios.
Por ello, vamos a hacer una serie de recomendaciones para intentar orientarte a la hora de buscar un buen profesional de la psicología. Proponemos varios consejos en orden de importancia, aunque si quieres asegurarte una buena experiencia nuestra recomendación es que cumpla los cuatro criterios.
- Que sea psicólogo y esté colegiado.
Parece obvio, pero desgraciadamente no lo es. Que alguien sea psicólogo asegura que por lo menos haya dedicado 4 o 5 años a estudiar cómo funciona la mente del ser humano (o por lo menos que haya aprobado los exámenes). Además, si está colegiado, nos aseguramos que ese profesional tiene que responder ante su colegio oficial, es decir que tiene que respetar por ley el código deontológico (una serie de normas para asegurarnos las buenas prácticas).
Hay miles de profesionales ofreciendo “terapia” o “psicoterapia” sin tener estudios de psicología. Esto representa un peligro real. Es algo así como dejar que te opere un mecánico. Porque tenemos que hablar claro, no todo vale en psicología. Y el problema no es que acudamos al “Terapeuta” y no consigamos resolver nuestro problema (eso sería un problema económico) el principal problema es que en muchas ocasiones lo único que conseguimos es empeorarlo.
2. Que esté habilitado para ejercer por sanidad o sea un Psicólogo Especialista en Clínica
Para poder abrir un gabinete de psicología en España y trabajar en todo lo relacionado con la salud tienes que cumplir uno de los dos requisitos. No basta con tener la carrera de psicología. Tienes que tener estudios específicos hablados por el Ministerio de Sanidad.
Esto es una garantía para los pacientes que acuden a los gabienetes. Ya que de esta manera nos estamos asegurando que la persona que va a ayudarnos a superar nuestros problemas emocionales tiene los conocimientos teóricos y prácticos para podernos ayudar.
Lo cierto es que la gran mayoría de gabinetes de psicología cuentan con profesionales que cumplen estos requisitos, pero desgraciadamente siempre hay excepciones y hay que tener cuidado si queremos ponernos en buenas manos.
Tenemos que tener en cuenta que una clínica de psicología es un centro de salud. Y por ello tiene que cumplir todos los requisitos necesarios por sanidad para poder estar abierta. Si tienes dudas, pide al profesional el número de Centro de Salud de su centro.
3. Que sus intervenciones se basen en la evidencia científica.
La psicología es una ciencia. Eso quiere decir que los avances que hace esta disciplina se sustentan en el método científico. Que hasta la fecha, es la mejor herramienta que tiene la humanidad para acercarse al mundo que le rodea.
Los estudios en psicología tienen la misma estructura que en medicina o psiquiatría lo que nos permite desarrollar instrumentos y técnicas muy eficaces. Sobretodo en todos los problemas relacionados con las emociones, ya que hay miles de investigadores en todo el mundo poniendo sus esfuerzos para mejorar la vida de las personas.
Según el código deontológico y de buenas prácticas de los psicólogos, todas las intervenciones que se realicen tienen que tener fundamentación científica, pero por desgracia no siempre es así.
Aquí nuestra opinión es clara, cuando hablamos de salud no hay que jugársela, tenemos que acudir a los tratamientos de elección que han demostrado ser eficaces en miles de personas. Así nos aseguramos que lo que se nos propone en la consulta cuente con el aval suficiente para poder ayudarnos en nuestro día a día.
4. Que tengas buena relación con el profesional.
La relación terapéutica psicólogo-paciente es fundamental para que la terapia lleve a buen puerto. Si no confiamos en nuestro psicólogo difícilmente vamos a seguir las instrucciones y las recomendaciones que nos dé en consulta.
Es importante que sintamos que estamos en un ambiente seguro, que el profesional que tenemos delante nos escuche sin juzgarnos y nos dé su apoyo incondicional. Son condiciones necesarias para que la relación terapéutica nos lleve a buen puerto.
Mitos sobre la ayuda psicológica
Por último nos gustaría desterrar algunos mitos muy establecidos en la sociedad que no son ciertos.
- Ir al psicólogo es ir a hablar
No, ir al psicólogo no es solamente ir a hablar. Cuando acudimos al psicólogo, obviamente utilizará el lenguaje para evaluar, diagnosticar y tratar nuestros problemas. Pero no es simplemente ir a hablar.
Cuando vamos al psicólogo, este nos evaluará mediante entrevistas, cuestionarios, test, registros y observación para poder tener una visión clara de qué está fallando. Después nos propondrá un plan de tratamiento que conste de las técnicas que hayan demostrado evidencia científica para los problemas específicos o déficits que haya detectado.
2. Me voy a tumbar en un diván
Se trata de una idea muy extendida que no es para nada cierta. El uso del diván fue popularizado por el psicoanálisis clásico a principios del siglo XX. Todavía hay algunos profesionales que lo siguen utilizando, pero en la gran mayoría de los casos cuando vayas a la consulta de un psicólogo te sentarás en una silla en frente de él.
3. El psicólogo me va a decir lo que tengo que hacer
Un buen psicólogo jamás te dirá lo que tienes que hacer. Eso sería limitar tu libertad, y el objetivo del psicólogo es el contrario. Es ayudarte a desarrollar los recursos y el potencial que tienes para alcanzar tus objetivos.
Un psicólogo te entrenará en técnicas específicas que te ayuden a tomar mejores decisiones, pero nunca decidirá por ti. Eso es tarea tuya.
4. No creo en la psicología
La psicología es una ciencia no un acto de fe. El conocimiento acumulado que tiene esta disciplina se fundamenta en el método científico, lo que quiere decir que mediante millones de experimentos al rededor del mundo, paso a paso, se ha ido construyendo poco a poco un cuerpo teórico que nos permite explicar y predecir la conducta humana.
Por supuesto que la psicología aún no puede explicar todos los fenómenos de la mente humana, pero la investigación está en constante avance, lo que nos permite tener cada vez tratamientos más eficaces.
Sobretodo en todo lo referente a los problemas emocionales como los trastornos de ansiedad y depresión en los que la eficacia de los tratamientos superan el 80% en la mayoría de los casos.
Conclusiones
En este artículo hemos intentado darte una visión general de los problemas más frecuentes que presentan las personas normalmente, hemos querido darte ciertas pautas para elegir un buen psicólogo y por último hemos derribado los mitos más frecuentes de la psicología.
Esperamos haberte podido ayudar a despejar tus dudas. Si quieres que te ayudemos personalmente solamente tienes que ponerte en contacto con nosotros y te buscaremos una cita lo antes posible.
Hola!
Me parece especialmente interesante la parte en la que hablas de mitos sobre la ayuda psicológica (tomo nota para un post en mi blog :-)).
Creo que sigue habiendo falsas creencias en torno a conceptos y términos psicológicos que influyen negativamente en la disciplina y a la hora de hacer terapia, porque el paciente viene con una idea en la cabeza que, a veces, poco tiene que ver con la realidad.
Totalmente de acuerdo! 😉