Pastillas para la ansiedad. Estamos a la cabeza de consumo de psicofármacos de Europa. Casi uno de cada cinco personas ha tomado medicamentos ansiolíticos o hipnóticos en los últimos meses a pesar de no ser el tratamiento de elección para los trastornos de ansiedad.
¿Pero sabes lo peor? Que ni los ansiolíticos ni los hipnóticos, en la mayoría de los casos, suponen una mejoría a largo plazo. ¿Sabes por qué? Pues sigue leyendo.
Contenido
- 1 ¿Qué son los ansiolíticos y los hipnóticos?
- 2 ¿Para qué sirve la ansiedad?
- 3 Respuestas de ansiedad ante estímulos que no son peligrosos.
- 4 Pastillas para la ansiedad son una evitación
- 5 Los síntomas de ansiedad no son peligrosos
- 6 ¿Por qué las pastillas no te van a ayudar a largo plazo?
- 7 La habituación al medicamento.
- 8 ¿Qué alternativa hay?
- 9 ¿Cuál es la cura para la ansiedad?
- 10 ¿Qué puedo hacer para la ansiedad?
- 11 ¿Cuál es el mejor medicamento para los ataques de pánico?
- 12 ¿Qué medicación es mejor para la ansiedad?
- 13 Nombres de pastillas para la ansiedad
- 13.1 Benzodiazepinas
- 13.2 No Benzodiazepínicos
- 13.3 Antidepresivos Tricíclicos
- 13.4 Tetracíclicos
- 13.5 Antidepresivos inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina)
- 13.6 ISRD (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Dopamina)
- 13.7 ISRN (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Noradrenalina)
- 13.8 Inhibidores Específicos de la Recaptación de Noradrenalina y Dopamina
- 13.9 IMAO (Inhibidores de la Monoaminoxidasa A y B)
- 13.10 RIMA (Reversibles Inhibidores de la Recaptación de la MAO A)
- 13.11 IMAO-B (Inhibidor de la Monoaminoxidasa B)
- 13.12 Melatoninérgico e Inhibidor de los receptores Serotoninérgicos 5-HT2C:
- 13.13 Otros
- 13.14 Artículos relacionados
¿Qué son los ansiolíticos y los hipnóticos?
Los ansiolíticos son fármacos dedicados a reducir los niveles de ansiedad. Este tipo de medicinas actúan en pocos minutos y ayudan al consumidor a rebajar los síntomas incómodos de esta emoción.
Los hipnóticos, son medicamentos que pertenecen generalmente a la misma familia que los ansiolíticos, ayudan a conciliar y mantener el sueño.
Estoy totalmente a favor en que este tipo de fármacos se utilicen en personas con un trastorno diagnosticado para el cual se hayan mostrado eficaces. Por supuesto siempre supervisado por un profesional de la salud mental (psiquiatra). Muchas veces no es así, ya que no son el tratamiento de elección para muchos trastornos de ansiedad. Además, también se recetan en muchas ocasiones junto con antidepresivos para ayudar a superar la depresión.
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¿Para qué sirve la ansiedad?
Las reacciones de ansiedad son totalmente normales en nuestra vida. Se trata de una emoción que todos tenemos muy a menudo.
Como todas las emociones, nos sirven para adaptarnos mejor al medio.
Cuando percibimos algo como peligroso, nuestro cerebro nos manda ansiedad. Esta emoción repercute en los tres sistemas de respuesta, el cognitivo, el fisiológico y el conductual.
A nivel cognitivo, nuestra atención se centra en aquello que percibimos como peligroso. A su vez, aparecen sesgos de pensamiento.
En el sistema de respuesta fisiológico, el sistema nervioso autónomo simpático se activa. Lo que supone una subida de la tasa cardíaca, aumento de la frecuencia de la respiración, aumento de la tensión muscular y un largo etc.
Conductualmente, la emoción nos empuja a escapar.
Si te fijas, ante la aparición de un peligro, nuestro cuerpo funciona de forma perfecta y armoniosa. Nos prepara para salir corriendo.
El problema es cuando interpretamos como peligroso algo que en realidad no es peligroso.
Respuestas de ansiedad ante estímulos que no son peligrosos.
Como te decía antes, nuestra emoción de ansiedad, nos prepara para movilizar todos los recursos disponibles para poder escapar de una situación.
Cuando esta situación no es peligrosa para nuestra vida y permanecemos en ella, la ansiedad se va diluyendo hasta desaparecer.
Por ejemplo, imagina que tienes mucho miedo a un perro, pero el animal no hace nada. Incluso se acerca a ti para que lo acaricies y él te responde lamiéndote la mano cariñosamente.
Estarás de acuerdo en que la próxima vez que veas al perro la emoción de ansiedad será mucho menor.
Mediante el proceso de habituación, nuestro cerebro va gestionando las respuestas de ansiedad que da ante diferentes estímulos del medio.
Si le damos la oportunidad de comprobar que en realidad algo no es peligrosos, poco a poco las respuestas de ansiedad se irán extinguiendo.
Pero ocurre exactamente lo contrario si evitamos este tipo de estímulos. Y esto lleva una serie de problemas secundarios asociados.
Cuando damos una respuesta de evitación ante algo que percibimos como peligroso pero en realidad no lo es, lo que hace nuestro cerebro es reforzar la respuesta de ansiedad.
Por ejemplo, imagínate que tienes que dar una conferencia ante 500 personas. Estarás de acuerdo en que es una situación en la que objetivamente no corres peligro, pero que seguramente te ponga nervioso.
Si te enfrentas a la situación, es probable que a los pocos minutos estés más tranquilo que al empezar. Y si realizas la actividad a menudo, la respuesta de ansiedad desaparecerá.
Pero si ante la perspectiva de realizar la charla en público evitas hacerlo con cualquier excusa, tu respuesta de ansiedad ante esta situación se mantendrá.
Para que lo entiendas. Siempre que tenemos miedo o ansiedad ante algo, este miedo y esta ansiedad se mantienen siempre porque evitamos enfrentarnos a ello.
Pastillas para la ansiedad son una evitación
El problema de las pastillas para la ansiedad es que funcionan como una evitación a nivel psicológico.
Se trata de una forma de evitar la ansiedad de forma química mediante el uso de estos medicamentos, pero al final se trata de lo mismo. Los efectos químicos cortan la aparición de esta emoción.
Si por ejemplo, necesitamos un ansiolítico para meternos en un centro comercial o para asistir a una reunión, lo que le estamos enseñando a nuestro cerebro es que sin la pastilla no podríamos hacerlo.
Por ello, cuando intentamos enfrentarnos a la misma situación sin química de por medio, nuestro cerebro reaccionará con mucha ansiedad. A pesar de estar usando estos tratamientos.
Seguramente ante esta perspectiva, volveremos a tomar la pastilla para soportar los síntomas. A pesar de los efectos secundarios.
Los síntomas de ansiedad no son peligrosos
Es cierto que ante una reacción aguda de ansiedad pueden aparecer síntomas de lo más incómodo. Sentir esta emoción no tiene nada que ver con padecer un trastorno.
Podemos tener taquicardia, tensión muscular, temblores, molestias en el estómago, diarrea, sensación de ahogo, presión en el pecho, sequedad de boca y un largo etcétera.
Estos síntomas, a pesar de ser incómodos no suponen un peligro real.
Simplemente es tu cuerpo preparándote para escapar. Lo que ocurre es que con frecuencia malinterpretamos estos síntomas.
Pensamos que la taquicardia nos puede llevar a padecer un ataque al corazón, cuando en realidad no tiene nada que ver.
Podemos interpretar que las sensaciones de ahogo nos van a llevar al desmayo, cuando lo que ocurre es el proceso contrario, estamos respirando demasiado rápido, nos sobra el oxígeno en sangre. No nos estamos ahogando, estamos hiperventilando. El desmayo en estas condiciones es altamente improbable (Salvo si la ansiedad o el miedo están relacionados con el daño, la sangre o las agujas… Ahí si es frecuente que haya desmayo, pero por otras cuestiones).
También es común creer que podemos perder el control o volvernos locos cuando estamos muy ansiosos. Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que la cabeza nos va a diez mil y tenemos esa sensación, pero no tiene nada que ver ni con locura ni con pérdida de control. Es simplemente ansiedad.
Todas las sensaciones pueden ser en parte incómodas, pero nunca peligrosas. Se trata de una reacción natural de nuestro cuerpo ante un estímulo que evaluamos cómo peligroso. (Puede ser que a nivel racional sepamos que no es peligroso, pero a nivel emocional nos siga dando miedo).
¿Por qué las pastillas no te van a ayudar a largo plazo?
La medicación para la ansiedad puede ser de gran ayuda si la utilizamos para exponernos a situaciones que nos dan miedo.
Si la usamos de este modo, los síntomas serán más suaves y probablemente nos sea más fácil ir superando situaciones que nos generan ansiedad.
Lo que ocurre es que generalmente se utilizan los ansiolíticos para controlar las reacciones naturales del cuerpo. Es decir, se trata como una enfermedad algo que realmente no lo es.
Cuando utilizamos de este modo la medicación, no dejamos que nuestro cerebro compruebe que las situaciones que nos generan ansiedad o miedo en realidad no son para nada peligrosas. Por lo que seguiremos reaccionando con ansiedad ante ellas. Así que la clave es combinar los tratamientos farmacológico y psicológico.
A parte, hay otros problemas.
La habituación al medicamento.
Ante estos fármacos, como ante cualquier sustancia, el cuerpo genera tolerancia. Es decir, se acostumbra a la dosis y necesitamos más cantidad para producir los mismos efectos.
Si te acuerdas de la primera caña o el primer café que te bebiste en tu vida, estarás de acuerdo en que seguramente produjo efectos mucho más intensos que la última cerveza o el último expreso que te tomate.
En parte, esto es debido a la tolerancia que vamos generando. Por lo que el efecto del medicamento es menor cada vez.
El problema es que, si se mantienen durante un tiempo este tipo de fármacos, irremediablemente el consumidor necesita aumentar la dosis para conseguir los efectos deseados.
Esto a largo plazo supone que acabamos subiendo la medicación pero nos encontramos ansiosos igual.
Además, aparecen otro problemas secundarios. Que es la dependencia tanto física como psicológica asociada al consumo de estos fármacos.
¿Qué alternativa hay?
Como en casi todo, la clave está en combinar la terapia farmacológica con la terapia psicológica.
Así, la combinación de ambos tratamientos se hace más evidente en los problemas de ansiedad. Ya que, sin unas herramientas útiles para el manejo de las emociones, es difícil que la persona pueda en algún momento abandonar la toma de ansiolíticos.
Por ello considero imprescindible aprender a regular emociones con eficacia para poder enseñar a tu cerebro a no responder con ansiedad. No hay efectos secundarios en la terapia psicológica.
¿Cuál es la cura para la ansiedad?
Tenemos que entender, cómo hemos ido viendo en el artículo, que la ansiedad en sí no es una enfermedad. Es decir, no necesita cura. Se trata de una respuesta normal del cuerpo ante la percepción de una amenaza. No todas las reacciones ansiosas tienen que ver con trastornos.
Teniendo en cuenta esto, sí que hay trastornos de ansiedad, cuando esta, es demasiado frecuente, demasiado intensa o dura demasiado. La clave, como hemos ido viendo, no está en los medicamentos, sino en aprender a gestionar esta emoción para que cumpla con su función.
Para ello, el tratamiento psicológico cognitivo conductual, ha demostrado ser realmente eficaz para todos los trastornos de ansiedad. Desde las fobias específicas, social, ataques de pánico con y sin agorafobia, el trastorno obsesivo compulsivo o la ansiedad generalizada.
Los estudios son claros en esto. El tratamiento de elección para los trastornos de ansiedad es psicológico. Aunque los medicamentos nos hagan sentir mejor a corto plazo, a largo plazo, en especial las benzodiacepinas, mantienen el problema. El consumo de estos fármacos es recomendable en líneas generales durante unas semanas, no durante años, como llevan muchos pacientes.
¿Qué puedo hacer para la ansiedad?
Lo mejor que podemos hacer para la ansiedad es no intentar luchar contra ella. Tenemos que saber que se trata de una emoción normal que aparece ante la percepción de una amenaza. Si dejamos de juzgar esta emoción como algo malo y la tomamos como una reacción natural, conseguiremos gestionarla con eficacia sin problemas secundarios.
Para ello necesitamos varias habilidades, la primera ser capaces de atender al presente sin juzgar, esto se consigue mediante la práctica del mindfulness, la segunda entender y gestionar nuestros pensamientos, mediante la reestructuración cognitiva. Después afrontar nuestros síntomas físicos mediante la exposición interoceptiva y por último exponernos a los estímulos que nos dan miedo (siempre y cuando no sean peligrosos) para que nuestro cerebro se de cuenta de que no hay riesgo real. Así conseguimos reducir nuestras respuestas emocionales.
Todo este proceso es imprescindible que se haga de la mano de un profesional de la salud mental. Por lo que te recomiendo pedir ayuda en las primeras semanas que notes estos síntomas.
¿Cuál es el mejor medicamento para los ataques de pánico?
Las guías recomiendan el uso de antidepresivos ISRS en concreto la sertralina y la paroxetina. Aunque muchas veces nos encontramos que los pacientes que sufren este tipo de problemas están medicados con benzodiacepinas de acción rápida.
Este tipo de medicamentos frenan de forma química el ataque de ansiedad, pero cómo te he ido contando a lo largo del artículo, a largo plazo mantienen el problema.
La mejor opción es la terapia cognitivo conductual, que es perfectamente compatible con la terapia farmacológica. Es la clave para combatir este tipo de trastornos. Por lo que te recomiendo pedir ayuda cuanto antes, ya que el problema es que los pacientes llegan a terapia con cuadros de años de evolución, por lo que la recuperación es mucho más difícil que si llegasen en las primeras semanas.
¿Qué medicación es mejor para la ansiedad?
La medicación que ha demostrado mayor eficacia son los antidepresivos ISRS. El efecto de esta familia de antidepresivos es fomentar la recaudación de serotonina en el cerebro. Aunque la mayoría de pacientes están medicados con otros áfrmacos, las benzodiacepinas. Depende siempre del tipo de trastornos de los que estemos hablando.
Pero tengo que volver a insistir que la mejor forma de superar un trastorno de ansiedad es la terapia psicológica congnitivo conductual, aunque se acompañe de terapia farmacológica.
Para que te hagas una idea, en un estudio con pacientes con ansiedad que acudían a atención primaria, la eficacia del tratamiento farmacológico era de entorno al 30% mientras que con tratamiento psicológico fue del 75%. Los datos hablan por sí solos.
Nombres de pastillas para la ansiedad
Hay diferentes familias de psicofármacos que se recetan para la ansiedad. Voy a intentar hacer un resumen de los más comunes. No obstante, cómo ya he ido explicando, el tratamiento de elección es la combinación de antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en combinación con la terapia psicológica cognitivo conductual. De todas formas, ante cualquier duda, ponte en contacto con un experto en salud mental.
Por supuesto, no soy psiquiatra, y la información que doy a continuación en ningún caso puede sustituir al consejo de un médico psiquiatra. Simplemente he hecho la selección en función de lo que me encuentro en la consulta.
Benzodiazepinas
Benzodiazepinas de acción prolongada
Clonazepam (Klonopin, Rivotril, Ravotril, Clonagin, Diocam)
Clobazepam (Karidium, Urbadan)
Clorazepato (Tranxilium, Dorken, Moderane, Tencilan, Tranxilium, Justum)
Diazepam (Valium, Alboral, Aneural, Ansium, Diaceplex, Dipaz, Drenian, Dipezona, Lembrol, Plidan, Saromet, Tepazepam)
Ketazolam
Benzodiazepinas de acción Intermedia
Alprazolam (Xanax, Trankimazin, Alplax, Prinox)
Bromazepam (Lexotanil, Lexatin, Atemperator, Creosedin, Octanyl, Neurozepam, Sedatus)
Lorazepam (Ativan, Trapax, Orfidal, Reposepam, Emotival, Aplacasse, Sidenar, Sedatival, Kalmalin)
Benzodiazepinas de Acción Corta
No Benzodiazepínicos
Buspirona (Buspar, Bespar, Ansial, Nerbet, Narol, Paxon, Neurosine, Tutran) 2.1.2 Gepirona
Antidepresivos Tricíclicos
Desipramina (Nebril, Norpramine)
Amitriptilina (Elavil, Tryptanol, Tryptizol, Deprelio, Uxen, Anapsique)
Nortriptilina (Ateben, Karile)
Tetracíclicos
Trazodona (Deprax, Desyrel, Taxagon, Trazolan, Trazonil)
Mianserina (Lerivon, Lantanon)
Nefazodona (Serzone, Deprefax)
Antidepresivos inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina)
Fluoxetina (Prozac, Adofen, Reneuron, Foxetin, Fluoxac, Ansilan, Neupax, Zepax, Flutin) 3.2 Paroxetina (Paxil, Aropax, Motivan, Frosinor, Seroxat)
http://www.facmed.unam.mx/bmnd/gi_2k8/prods/PRODS/Fluoxetina.htm
Sertralina (Zoloft, Aremis, Besitran, Atruline, Lustral)
Citalopram (Celexa, Seropram, Prisdal)
Escitalopram (Cipralex, Esertia, Lexapro, Meridian, Ipran)
ISRD (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Dopamina)
ISRN (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Noradrenalina)
ISRNS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Noradrenalina y Serotonina)
Venlafaxina (Effexor, Vandral, Dobupal, Elafax)
Duloxetina (Cymbalta, Duxetin)
Inhibidores Específicos de la Recaptación de Noradrenalina y Dopamina
Bupropion (Wellbutrin, Odranal)
IMAO (Inhibidores de la Monoaminoxidasa A y B)
Tranilcipromina (Parnate, Cuait D, Stelapar, Implicane)
RIMA (Reversibles Inhibidores de la Recaptación de la MAO A)
Moclobemida (Aurorix, Manerix)
IMAO-B (Inhibidor de la Monoaminoxidasa B)
Selegilina (Eldepryl, Brintenal, Jumex)
Melatoninérgico e Inhibidor de los receptores Serotoninérgicos 5-HT2C:
Otros
Litoxetina
Pues de colleja nada; no podría estar mejor explicado; además en ningún momento estás diciendo que NUNCA haya que tomar ansiolíticos, o que sean más malos que el demonio; lo planteas como una ayuda, siempre con vistas a superar realmente la ansiedad yendo a la raíz del problema. Estoy totalmente de acuerdo contigo, y me gustaría añadir que existen dos ansiolíticos estupendos y que cuanto más se toman, más efecto hacen: la relajación muscular y la respiración abdominal. La pega es que requieren de práctica pero cuando se dominan te enganchan un poquito, por esas sensaciones tan placenteras que producen.
Un saludo, fantástico post.
ME alegro muchísimo de que te haya gustado Beatriz. Estoy totalmente de acuerdo con las técnicas de relajación que propones. ¡Un fuerte abrazo!
Me ha encantado!!!
El saber porque tu cuerpo reacciona así, es el mejor ansiolitico.
Gracias!!! A mi personalmente me ha ayudado mucho.
Un besote
Me alegro muchísimo Maribel.
¡Un fuerte abrazo!
Muy bien explicado. Si me permites, recomiendo un remedio natural para quien de momento no puede pasar la ansiedad sin alguna «ayudita», en mi caso la ansiedad derivó en sensaciones muy molestas en el pecho como extrasístoles. Este remedio es el espino blanco, yo lo tomo en cápsulas compradas en la farmacia, creo que también las hay en el herbolario, es natural, sedante y cardiotónico, gracias a eso he podido ir dejando los ansiolíticos, a mi me ha funcionado. Os recomiendo también el yoga y por supuesto la terapia. Un saludo!
Efectivamente Cristina, he estado consultando estudios ahora mismo sobre el Espino Blanco y parece que a corto plazo sí que hay un efecto sobre la ansiedad. Muchas gracias por tu recomendación
No sé si te caerá alguna colleja pero no será la mia 🙂
Totalmente de acuerdo, la medicación es solo un parche que no trata el problema de raiz, que sería lo importante. Se entiende el malestar y el sufrimiento de las personas que tienen ansiedad pero lo ideal sería que hicieran poco a poco los pasos necesarios para tener las emociones bajo control y superar obstaculos.
Un saludo,
Cristina
Gracias por tu aporte Cristina.
Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Un fuerte abrazo
Excepcional,entender y comprender la ansiedad es complicado. Y quien pasamos por ello sufrimos mucho. Este artículo es estupendo, porque aunque uno sabe todo, siempre viene bien que te digan que no pasa nada, que no te vas a volver loca. Mil gracias
¡Gracias a ti Gloria! Me alegra que te haya gustado
Totalmente de acuerdo,la medicalizacion de la medicina a los unicos que beneficia es a la industria
farmaceutica.Debemos tomar conciencia de la raìz del problema y promover la autosanación ,es el primer paso necesario.Nos hemos acostumbrado a tapar los sintomas ,no solo la ansiedad ,perdiendo la comunicaciôn con nuestro cuerpo.Excelente articulo que quizás nos sirva para despertarnos y tomar conciencia de nuestro poder.Colleja para el que resposabilice al «médico» de su estado sin dar la oportunidad de conocerse a si mismo, nunca debemos huir de nuestras emociones.
ME alegro muchísimo de que te haya gustado. Comparto al 100% tu opinión.
Un fuerte abrazo
Mi experiencia personal con la medicación es muy positiva, hay mucha estigmatización con la medicina psiquiatrica, es más yo estaba en contra total hasta que me ví en el caso. Todo empezó con el posparto de mi hijo, empezó con una ansiedad leve, despues de ir a unas cuantas hervoristerias que me vendieron todo lo que pudieron y me metieron en la cabeza que la medicación era veneno, que era lo peor. Caí en un tramstorno de ansiedad generalizada brutal por hacer el tonto. Acabé irendo al
medico y me
mandó medicación, ansiolítico y antidepresivo, yo decepcionada conmigo misma claro , me la emprecé a tomar a reganyadientes. Estuve tomandolas 9 meses y poco a poco empecé a dormir, y a poder hacer vida normal, dicen que las pastillas no curan pero a mi me enseñaron en el estado que debia estar para estar bien, a ver todo de forma mucho mas relativa, cuando me las retiraron empecé a esforzarme por seguir en ese estado, la recuperación es intermitente pero es posible, yo hace ya dos años y estoy genial, mucho mas positiva eso si, es necesario.
Claro que sí, en esos casos la prescripción es absolutamente necesaria. Además lo acompañabas con un antidepresivo, que en el caso del trastorno de ansiedad generalizada es lo recomendado. El problema biene cuando solamente se toman ansiolíticos y no se acompaña de ningún tipo de terapia. Suele cronificarse el problema.
¡Muchísimas gracias por compartir tu historia Emma!
Hola,
En mi caso un ansiolítico me devolvió la vida, el broazepam.
Actualmente tomo una pastilla al día y vivo libre de ansiedad. Llevo 4 años tomándolo bajo vigilancia médica. He intentado dejarlo pero a los pocos días de bajar la dosis vuelven los síntomas.
No tengo efectos secundarios.
Si he de tomarlo de por vida, no me importa ya que puedo llevar una vida normal y muy feliz. Sufrí de ansiedad por años y era un infierno.
Saludos
Hola Jose,
Justamente a esto me refiero en el artículo. Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo
Buenas noches yo llevo tomando un antidepresivo desde hace 7 años,y ahora me han recetado otro para la noche mi pregunta es ¿ puede que algunos efectos adversos no desaparezca.
Hola Juan Pedro,
Las preguntas referentes a fármacos específicos se las debes hacer al especialista que te ha recetado la medicación. Yo no puedo darte consejos al respecto, puesto que soy psicólogo, no psiquiatra.
Un saludo